A Claudio
En el puerto que imaginas,
los barcos son de papel
y se deshacen, en mi dolor
de fuente las palabras también.
En los parque me acerco
a las conversaciones
de otros niños, pero vuelan
como palomas asustadas.
Te extraño por las tardes y
pienso en un poema, pero
que va entender la gente
de escribir con colores o
dibujar tu nombre al revés
con rayas grandes.
De tu porvenir doblado por
manos inexpertas, o el estar
anclado en Buenos Aires
entre barcos reales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario